Autora e intérprete de su propia historia, Marisa Valle Roso llevó el folclore astur a otro nivel. Apasionada de sus raíces, desde muy pequeña se interesó por la tonada asturiana, cosechando numerosos reconocimientos por su capacidad para renovar el género.

Su primer disco en solitario, «De lo fondero l’alma» (2011), consiguió vender más de 4.000 copias y recibió el “Premio de la Crítica RTPA” al “Mejor disco de Canción Asturiana del año”.

A raíz de su reconocimiento en Asturias, Marisa empieza a recorrer distintos puntos de España junto a Víctor Manuel. El cantautor queda prendado de su talento y la lleva en su gira «50 años es nada» junto con otros artistas como Silvia Pérez Cruz, Jorge Drexler, Joaquín Sabina, Estopa, Andrés Suárez…

En 2015 la artista empieza a explorar otros estilos musicales y organiza una gira inspirada en cantautoras que mantienen cierta relación con la música tradicional. Entre ellas, versiona canciones de Chavela Vargas, Mercedes Sosa o Dulce Pontes.

Un año más tarde, Marisa impulsa una gira de conciertos por España con un repertorio dedicado a la minería y participa en hasta dos ocasiones en el Festival Internacional del Cante de Las Minas de La Unión (Murcia). Suena la mina se cierra por todo lo alto en el Teatro de La Laboral con un lleno absoluto y una gran puesta en escena.

Su inquietud por seguir aprendiendo la lleva a probar con otro tipo de folclores, géneros y estilos y evoluciona en sus álbumes como se puede comprobar en «Consciente» de 2017, producido por Charlie Bautista y Sebastian Merlín. Su nuevo trabajo cuenta con la colaboración tanto interpretativa como compositiva de artistas como Rozalén o el propio Víctor Manuel, quien compone para ella Cómplices, una canción inédita que recibe el “Premio AMAS” en el apartado de mejor canción folk. La gira culmina por todo lo alto el 15 de Febrero de 2020 en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, con motivo de la celebración del centenario del teatro y con todas las localidades vendidas semanas antes de la función.

En 2022 Marisa Valle Roso lanza su primer disco como compositora, «Lo Fugaz», en él explora el folclore y lo hace confluir con atmósferas electrónicas y tintes pop, que dan como resultado un trabajo contemporáneo y al mismo tiempo emanado de la raíz.

Por primera vez, la artista empieza a componer sus propias canciones y a contar historias que reflejan sus inquietudes más personales. La igualdad, los derechos humanos, el paso del tiempo y la superación son algunos de los temas que confluyen en su trabajo, donde sigue bebiendo de sus raíces asturianas con canciones como Tonada.